lunes, 5 de diciembre de 2011

Noche buena... de verdad.

Las fiestas navideñas se encuentran cerca y para muchas personas esto puede significar: viajes, compras, decoración, regalos etc. 

Las fiestas navideñas pueden agotarnos al final del año, los excesos están a la vuelta de la esquina, y con los excesos vienen después las culpas, la angustia y mucha ansiedad, lo que puede conformar una montaña de estrés.

En PSY te damos algunas recomendaciones para que esta celebración sea lo más agradable posible; comenzando por un ejercicio que puede ayudarnos a poner en perspectiva las actividades para esta celebración.

Sabemos que para la mayoría, la navidad, no es solo una simple cena, muchas familias no se reúnen por cuestiones religiosas, para muchas personas la navidad puede ser una fecha que se aprovecha para reunirse después de un año, ver a toda la familia y convivir, recordar viejos tiempos, ponerse al día. Esta actividad es gratificante y relajante y fortalece los lazos familiares, de hecho es una actividad muy importante y para la cual lo mas recomendable es llegar a la reunión con buen animo, energía y optimismo; lo que significa mantener al estrés bajo control.

Si piensas viajar hacer un plan es lo ideal: viajar con seguridad y tranquilidad es ideal para llegar relajados, llegar uno o dos días antes nos dará tiempo de acomodarnos y descansar antes de la cena. incluso podrías tomarte medio día para buscar los regalos faltantes o ayudar a la familia a los preparativos de la cena.

Convivencia con mesura: En estas fechas normalmente, se experimenta alegría y deseos de convivir por largas horas, aprovechar al máximo el tiempo, los niños siempre quieren pasar el mayor tiempo posible con sus primos, por ejemplo. elaborar acuerdos con los hijos sobre el tiempo de convivencia es importante, esto ayudará a equilibrar el la convivencia y el descanso, lo que resultará en una convivencia de mayor calidad. para los adultos no es distinto, hacer acuerdos personales sobre la bebida o la comida es lo mejor para poder disfrutar al máximo.

Haz un presupuesto y respetalo: piensa que después de las celebraciones habrá una pequeña temporada de gastos mas elevados, respetar un presupuesto y ahorrar una suma adecuada para el regreso y el inicio de año, proporciona seguridad, y la seguridad aleja la ansiedad y la culpa. 

Descansa, duerme y ejercitate: Aprovecha las vacaciones para verdaderamente relajarte, pueden organizarse entre familiares para ir a un parque y ejercitarse un poco todos juntos, estas actividades suelen ser divertidas y relajantes; además llevar a los niños al bosque y dar una larga caminata, también los relaja y podrán dirigir su energía de mejor forma, muchos pequeños al no poder liberar tanta energía, comienzan a proponer juegos peligrosos, además de mostrar agresividad. El ejercicio logra deshacerse de toda esta energía que puede volverse negativa.

Aprovecha la ocasión para fortalecer los lazos familiares: Puedes hacer este interesante ejercicio, que es más un compromiso personal y que es muy efectivo. Puedes proponerte hacer solo comentarios positivos y elogios, porsupuesto, sin caer en la hipocresía, si no hay algo positivo para decir, puedes no decir nada. Las criticas y juicios, no son tan efectivos entre familiares, por lo tanto no pienses que tus criticas serán tomadas en cuenta, sin embargo una critica o juicio entre familiares genera sentimientos negativos que de cualquier manera no se dicen y se pueden ver reflejados en conductas de alejamiento. aprovecha la ocasion para hablar solo de lo bueno, y deja lo malo a cada quien, de igual manera no des importancia a los comentarios negativos sobre tu persona, recuerda que estos comentarios, son solo el punto de vista de la otra parte, y no son en realidad lo que tu eres.

Felices fiestas a todos los lectores, los mejores deseos para el 2012.

lunes, 10 de octubre de 2011

Día Mundial de la Salud Mental


El Día Mundial de la Salud Mental[1] tiene por objeto sensibilizar a la población acerca de los problemas de salud mental. Su celebración contribuye a fomentar un debate más abierto sobre los trastornos mentales y a promover la inversión en servicios de prevención, sensibilización y tratamiento. La falta de tratamiento de los trastornos mentales y neurológicos, y de los relacionados con el consumo de sustancias es enorme, en especial en los países con recursos escasos.


El lema de este año es “Invirtamos en salud mental”. Los recursos económicos y humanos que se asignan a la salud mental son insuficientes, en especial en los países con recursos escasos. La mayoría de los países de ingresos bajos y medios dedican menos del dos por ciento de su presupuesto sanitario a la salud mental.
Muchos países cuentan con menos de un especialista en salud mental por cada millón de habitantes. Es más, una parte considerable de esos limitados recursos va a parar a los grandes hospitales psiquiátricos y no llega a los servicios que prestan la comunidad y los centros de atención primaria de salud.

Hay que aumentar la inversión en salud mental y dirigir los recursos disponibles hacia servicios más eficaces y humanitarios.

La salud mental abarca una amplia gama de actividades directa o indirectamente relacionadas con el componente de bienestar mental incluido en la definición de salud que da la OMS: «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Está relacionada con la promoción del bienestar, la prevención de trastornos mentales y el tratamiento y rehabilitación de las personas afectadas por dichos trastornos.

La salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.

La dimensión positiva de la salud mental se destaca en la definición de salud que figura en la Constitución de la OMS: «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades».

Datos
Estos datos y cifras ponen de relieve los aspectos más importantes de la salud mental y los trastornos mentales.

Cerca de la mitad de los trastornos mentales se manifiestan antes de los 14 años. Se calcula que aproximadamente el 20% de los niños y adolescentes del mundo tienen trastornos o problemas mentales, y en todas las culturas se observan tipos de trastornos similares. Sin embargo, las regiones del mundo con los porcentajes más altos de población menor de 19 años son las que disponen de menos recursos de salud mental. La mayoría de los países de ingresos bajos y medios cuentan con un solo psiquiatra infantil por cada millón a cuatro millones de personas.

La depresión se caracteriza por una tristeza y una pérdida de interés constantes, que se acompañan de síntomas psíquicos, comportamentales y físicos. A nivel mundial está clasificada como la causa más importante de discapacidad.

Por término medio unas 800 000 personas se suicidan todos los años, el 86% de ellas en países de ingresos bajos y medios. Más de la mitad de las personas que se quitan la vida tienen de 15 a 44 años. Las tasas más altas de suicidio se registran entre los varones de los países de Europa del este. Los trastornos mentales, una de las principales causas de suicidio, son tratables.

Las guerras y otros desastres de gran envergadura tienen un gran impacto en la salud mental y el bienestar psicosocial. La incidencia de los trastornos mentales tiende a duplicarse después de las emergencias.
Los trastornos mentales figuran entre los factores de riesgo de las enfermedades transmisibles y las no transmisibles. También pueden dar lugar a traumatismos no intencionales o intencionales.

El estigma que pesa sobre los trastornos mentales y la discriminación de los enfermos y sus familiares hacen que las personas no soliciten atención de salud mental. En Sudáfrica, un estudio del Gobierno mostró que la mayoría de la gente pensaba que las enfermedades mentales estaban relacionadas con el estrés o con la falta de fuerza de voluntad más que con trastornos médicos. Contrariamente a lo que se podría pensar, los niveles de estigma son mayores en las zonas urbanas y entre las personas con un nivel de educación más alto.



Las denuncias de violaciones de los derechos humanos de los pacientes psiquiátricos en la mayoría de los países son frecuentes. Esas violaciones incluyen la coerción física, la reclusión y la privación de las necesidades básicas y la intimidad. Pocos países cuentan con un marco legal que proteja debidamente los derechos de las personas con trastornos mentales.

Existen grandes diferencias en cuanto a la distribución de los recursos humanos para la atención de salud mental en el mundo. La escasez de psiquiatras, enfermeras psiquiátricas, psicólogos y trabajadores sociales son algunos de los principales obstáculos que impiden ofrecer tratamiento y atención en los países de ingresos bajos y medios. Los países de ingresos bajos cuentan con 0,05 psiquiatras y 0,42 enfermeras psiquiátricas por cada 100 000 habitantes, mientras que en los países de ingresos altos la tasa de los psiquiatras es 170 veces mayor y la de las enfermeras es 70 veces mayor.

Para que aumente la disponibilidad de servicios de salud mental, hay que superar cinco obstáculos clave: la no inclusión de la atención de salud mental en los programas de salud pública y las consiguientes consecuencias desde el punto de vista de la financiación; la actual organización de los servicios de salud mental; la falta de integración de la salud mental en la atención primaria; la escasez de recursos humanos para la atención de salud mental, y la falta de iniciativa en el terreno de la salud mental pública.

Los gobiernos, los donantes y los grupos que representan a los agentes de salud mental, los enfermos mentales y sus familiares tienen que trabajar de consuno para que aumenten los servicios de salud mental, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios. Los recursos financieros que se necesitan son relativamente modestos: US$ 2 por persona y año en los países de ingresos bajos y US$ 3 a 4, en los de ingresos medios.




miércoles, 22 de junio de 2011

Cuando el cuerpo se queja, ¿Quién lo escucha?


Durante el turno matutino en el centro de intervención en crisis, llegaba un auto al área de urgencias, una muchacha joven de unos 23 años ingresaba al hospital con un aparente (EVC) Evento Vascular Cerebral, la mujer mostraba los síntomas del EVC estaba inconsciente, sin rigidez y los familiares referían que comenzó a torcerse antes de caer desmayada. Después de una evaluación médica y neurológica, la paciente fue referida al área de psicología, la mujer no presentaba ningún daño en su cerebro ni en ningún otro de sus órganos, estaba sana, pero mostraba la sintomatología de un derrame cerebral o causa neurológica importante. 

Después de una hora la mujer despertó pero no podía hablar, lo cual también es una posible secuela de un EVC.  Al poco tiempo de haber comenzado mi evaluación psicológica la muchacha empezaba a hablar y a contar la situación previa al desmayo en la que refería una situación estresante desde hacía semanas, ella tenía buena memoria lo que es muy raro en un paciente con EVC, hablaba con fluidez y coherencia, movía ambos brazos y piernas, no había signos de rigidez en su rostro, esto también es muy raro. 

Un paciente de EVC normalmente tarda varios días en comenzar a recuperar movilidad y habla, incluso meses y después de que sus sistemas se han restablecido un tercio de ellos deben ir a rehabilitación, sin mencionar que otro tercio fallece en las primeras horas al EVC. Al final de la exploración psicológica determiné el siguiente diagnostico: Trastorno de conversión, con síntoma y déficit motores y de presentación mixta (desmayo -síncope- y convulsión) el tratamiento consistía en psicoterapia al menos por un periodo de 6 meses y evaluaciones médicas periódicas.


El trastorno de conversión es una condición psicológica rara en nuestra época, pertenece al grupo de los Trastornos somatomorfos los cuales también consideran los trastornos de somatización y Trastornos de dolor.

Este grupo de padecimientos psicológicos ha interesado a las personas durante muchos años. Hace mas de cien años el trastorno de conversión era conocido como histeria, el termino histeria proviene de los antiguos griegos hace mas de 2000 años. Aún hoy es válido utilizar el término histeria para diagnostico, en especial en los diagnósticos psicoanalíticos.

El caso de la paciente que relaté es poco común, y sugiere una condición neurológica.

Lo que es más común en la práctica psicológica y médica es la somatización; que es una manifestación física moderada como la colitis nerviosa, algún tipo de dermatitis, nausea, mareo, dolor en el pecho y entumecimientos. La lista de síntomas es larga y es por esto que el diagnostico medico debe complementarse con una evaluación psicológica que diferencie entre condiciones orgánicas, neurofisiologías y anatómicas de las condiciones psíquicas.

Los trastornos de conversión[1] sugieren la presencia de un déficit neurológico cuando existen pruebas de que este no existe. Un ejemplo seria un paciente que se queja de ceguera pero cuyas pupilas se contraen cuando la luz incide en ellas, o que parpadea con un rápido movimiento de los ojos. El termino conversión se refiere a la supuesta transformación de la ansiedad en un síntoma físico. Estos síntomas en ocasiones se denominan seudoneurológicos.

Es importante reconocer que estos pacientes no simulan padecer los síntomas que los aquejan, ni tampoco de manera consciente fingen estar enfermos. Estos pacientes con frecuencia piensan que padecen algo grave; esta creencia suele provocarles ansiedad extrema así como incapacidad.

Existen pacientes que simulan síntomas a este tipo de trastorno se le denomina Trastorno Facticio y de simulación. Es importante para el clínico diferencias de estas condiciones.

Algunos de los numerosos síntomas que se pueden presentar con trastorno de somatización:
Es importante que el médico tratante derive al paciente para una evaluación psicológica si encuentra en su exploración alguno de estos síntomas al igual que el psicoterapeuta debe derivar al paciente a una valoración médica.





[1] Morrison James. DSM-IV GUIA PARA EL DIAGNOSTICO CLÍNICO. Ed. Manual Moderno. México. 2008.


lunes, 28 de febrero de 2011

El lenguaje es fundamental para un buen desarrollo mental

Saludos a nuestros lectores, en esta ocasión tratará un tema fascinante, veremos la forma en que el lenguaje estructura (construye) nuestra forma de pensar, nuestra psiqué.

Sabemos que en la vida, actuamos dependiendo de la forma en que pensamos, también sabemos que la forma en que pensamos determina nuestra visión del mundo. Pero la manera de pensar tiene que ver con la manera en que nos comunicamos desde el nacimiento e incluso un poco antes.

Cuando se concibe a un bebe ocurre un proceso de desarrollo principalmente nervioso, es decir; que el cerebro y la medula espinal son las primeras estructuras en formarse, por lo tanto podemos percibir estímulos desde muy temprana edad –in útero-, es cierto que no existe forma de comprender estos estímulos, en esos momentos no se pueden interpretar, se requiere de algo más para hacerlo, algo como el lenguaje. 

Es importante enfatizar que el ser humano es un ser de filiación de lenguaje, nuestras más finas y complicadas relaciones se darán a través del lenguaje. Después del nacimiento se desarrollará  el sistema nervioso, el sistema muscular y óseo, pero al mismo tiempo se desarrollan las capacidades y las habilidades que nos convierten en individuos, la principal actividad en la que ponemos a prueba nuestro cuerpo, nuestras funciones, es la relación que se tiene con la madre o quien la sustituya, es a través del cuerpo de esta madre que nuestro cuerpo comienza a individualizarse.

Cuando el bebe olfatea el aroma, siente la textura, la temperatura, incluso la rigidez muscular o la relajación del cuerpo, el sabor de la leche y el alivio de saciedad de hambre; se establece una conexión de forma natural.  Ante nuestros ojos, el acto de cargar en brazos y alimentar a un bebé es de lo más cotidiano, pero esta interacción es fundamental para la futura forma de relacionarse del individuo con el mundo y otros individuos.

Cuando se realiza el acto de amamantar a un bebe, en cierto punto, el bebé mira a la madre, la mira directo en los ojos, y en un inicio el bebe solo puede ver su propio rostro reflejado en los ojos de la madre, por primera vez se conoce a sí mismo, aunque no puede ciertamente saber que se trata de él, pero tiene como referencia otra cosa, el rostro entero de la madre que es diferente de aquel reflejo, de alguna manera existe ya en esa situación, la posibilidad de caer en cuenta de que se trata de dos personas distintas, este es el inicio de la individuación. Si la madre habla durante el acto de amamantar o de bañar y vestir al bebé, este responderá de forma inevitable a tales sonidos, incluso el bebé tratará de responder con diversos sonidos y con el tiempo logrará en muy buen grado imitar los sonidos mismos que después se convertirán en palabras llenas de sentido.

Cuando las palabras y sonidos comienzan a tener sentido es también cuando el bebé se convierte en otra cosa, se convierte en niño y si todo sale bien se convertirá en un niño que acepte su nombre y por lo tanto la posibilidad de ser diferente de otras personas, y con esto el desarrollo de la personalidad que nos hace únicos. Si la relación con la madre no puede separar al bebe de ella (simbiosis), entonces ocurren un sinfín de problemas de interacción en situaciones futuras.

El bebé sano, como es de esperarse, comenzará a notar que si emite un determinado sonido la madre también tendrá una determinada conducta; un sonido puede comunicar a la madre que el bebe tiene hambre o que siente dolor o incomodidad, de manera sorprendente la madre puede interpretar y diferenciar los  sonidos del bebé, y por consecuencia otorgarle lo que requiere. El bebe se dará cuenta de ello y este tipo de relación se convertirá en un intercambio de demandas y deseos satisfechos e insatisfechos también. Podemos decir que en un principio, es el lenguaje no verbal, el que se encarga de la mayor parte del desarrollo mental del bebé. Pero es también con las charlas que tienen muchas madres con sus bebes, que le van introduciendo al mundo del individuo que al mismo tiempo le separan de la relación simbiótica con la madre. Y que es deseable, sano e indispensable que se dé esta separación, que el bebé llegue a ser niño y que se procure por si mismo, es decir, que encuentre la forma de satisfacer sus propios deseos. Se le enseñara a pedir, ya no con sonidos, quejidos y llantos, sino con palabras.

En los siguientes días continuaremos con los tipos de comunicación que se asocian a este desarrollo psíquico y su impacto, la forma en que el lenguaje puede dirigir y promover conductas sanas o patológicas.